domingo, 6 de mayo de 2012

PINA DE EBRO


Apúntese la fecha del 6 de Mayo de 2012 como el día en el que Mariano Ruiz y David Diago ganaron su primer concurso formando pareja. Huele a que será el primero de una larga lista. La suerte es para los que la necesitan y estos dos van a necesitar muy poca.
Un año más, la cita de Pina de Ebro ha dejado sensaciones extrañas. Uno analiza los datos objetivos y se han visto buenas actuaciones, sustos y cogidas, número de anillas alto y alguna res destacada. En cualquier otro concurso eso sería para alegrarse, pero en la capital de la Ribera Baja, siempre se sale con una sensación de que falta algo.
A las vacas les influye la conformación de los tendidos, con la ausencia de los mismos en la zona del patio de cuadrillas. Vacas que no hacen ningún desmán en otras plazas, suelen ir a parar a esa zona, quién sabe el por qué. Tampoco las parejas están rodadas a estas alturas de la temporada y por ello, no rinden como lo harán en verano.
Pero bueno, el Ayuntamiento de Pina de Ebro sigue apostando por las anillas y el buen aspecto de los tendidos demuestra que despierta interés la cita. Sin duda es la más importante de principio de temporada. La cita se ha consolidado y sirve para poner a las parejas la primera prueba importante.
Salen reforzadas algunas parejas de la cita, así como algún recortador en particular. Se ha vuelto a ver a un nivel bueno a "Chusky" y Sedeño, que son necesarios para el circuito. Héctor y Rodrigo han acertado en la lidia llevándose a la vaca a los medios, cosa que se ve ya muy poco. Morella y Morillas con muchas ganas. Manolo y Cuairán contra una que tiene más miga que una hogaza. Y Asier que ha acabado por tener un gran concepto del recorte con ventajas. A cuántas vacas se les meterían más anillas con ventajas...
Mariano y Diago empiezan a escribir su historia. Superando el pundonor y la raza a la cabeza. Atropellados por momentos pero sabiendo que su baza es estar así de activos en la arena. El primero al zurrón y que venga la temporada. Para el Sábado, Manolo los esperará en su feudo con el cuchillo entre los dientes.
El Sábado, a Alfaro.

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