martes, 17 de diciembre de 2013

MANOLO PÉREZ DE ALFARO (LA RIOJA)

El pasado 6 de Octubre se ponía el broche de oro a una de las carreras más laureadas de la historia de las anillas. Con 32 años lo deja el mejor del momento. No parece una edad avanzada para irse, pero es que el que mandaba en las anillas, se va con más de 15 temporadas en sus piernas. 

En números, que son fríos, pero indiscutibles a su vez, esta es su carrera. Catorce participaciones en la cita del Pilar. Cinco Campeonatos Nacionales con cuatro parejas diferentes. Tres subcampeonatos. Las últimas siete ediciones siendo ganador o subcampeón en Zaragoza. Cinco Anillas de Oro, tres Anillas de Plata y una Anilla de Bronce. Llegó a ganar la Plata y el Bronce en 2007. Desde 2006 ha sido el recortador que más puntos ha sumado en cinco ocasiones. Así como en la suma total de los ocho años, tiene una amplia diferencia sobre el segundo. Tres veces se alzó con el Trofeo Aragón TV, que premiaba a la pareja que más anillas conseguía en territorio aragonés. En el concurso de Calatayud, el más antiguo que existe y que muchas temporadas ha sido el más fuerte del año, en las últimas once ediciones, ocho primeros puestos y tres segundos, además de tres premios de mejor pareja, logrados con cinco compañeros diferentes. Más de 120 concursos ganados en 15 temporadas. 

A los números objetivos se le podrían añadir dos opiniones subjetivas. Ha sido componente de la pareja que ha tenido la mejor actuación en los últimos siete Campeonatos Nacionales, lo que, de haber habido justicia, le hubiera hecho llevarse algún título más. También parece claro, que podrían haber sido ocho las Anillas de Oro que hubiera logrado, si las tres temporadas que se le ha escapado, las hubiera disputado enteras con la misma pareja.

A finales de los noventa, dos riojanos, críos ambos, aparecen en el circuito de las anillas. Eran "los de Alfaro", con sus camisetas azul celeste. Daban la cara, tenían ganas, pero meter anillas, lo hacían poco y conseguir premios, menos. Era una pareja que se curtía, que completaba los concursos y que trataban de dar la cara. Debutaron en Zaragoza con la Nº 163 de Ozcoz, temida por aquel entonces. Fea la cogida que tuvo, con importante paliza. Se afianzaron en el circuito y fueron una de las parejas habituales. Salieron tres veces más juntos en Zaragoza, y hubieran salido también en 2002 si una lesión no lo hubiera impedido, siendo el único Campeonato Nacional que se perdió en su carrera. Hasta 2003 llegó la unión al dejar los concursos Álvaro Moreno "Coke". Cerraba así el primer capítulo de su trayectoria.

2004 fue la temporada de la eclosión. Una temporada difícil por no tener pareja fija, pero que lo hizo más fuerte y lo catapultó a la élite del momento. Diferentes compañeros durante ese año tuvo y con todos ellos consiguió estar en los premios de los concursos. El factor común era él. Desembocó la temporada en el primero de sus grandes logros. Fue protagonista de la Feria del Pilar de aquel año ganando los dos concursos que se celebraron. El especial con participación de vacas de Victorino Martín y el que iba a ser su primer Campeonato Nacional. Ocho anillas junto a José Luis Torres y primer título nacional con la Nº 51 de Marcén.

Su magnífica temporada de 2004 sirvió para que, quien era el mejor recortador del momento, se fijara en él. José Ángel Ortega "Tacheli" le pidió que fuera su pareja. En 2005 se formaba una pareja que iba a marcar las siguientes campañas. 

Una semana antes del Concurso de Recortadores Castellón, que abría la temporada, se encerró la pareja en El Soto de la Barca con unas cuántas vacas, lo que era su primera toma de contacto juntos. Había escarcha en la zona umbría de la plaza. "Tacheli" empezaba a inculcar desde ese momento en el riojano su saber. Aquel día mitad nervioso, mitad impresionado, pareció una caricatura de lo que había sido la temporada anterior.

Pasó a ser mucho mayor la exigencia. Cuando ya no se es sorpresa, se pide más. Por ello, el tópico de que es más fácil llegar, que mantenerse, es totalmente cierto. Tenía dos opciones, o dejar que se hablara de las actuaciones de "Tacheli" y ser un secundario, o que se empezara a hablar de la pareja "Tacheli"-Manolo. Consiguió lo segundo, aunque el principio fuera duro. Los momentos tensos vividos llevaron a hacerlo más fuerte y a potenciar sobremanera su mentalidad ganadora. Absorbió los conocimientos del veterano de la pareja. Ya no era uno de los buenos, estaba recogiendo el testigo. Se preparaba para ser el mejor.


En la segunda temporada, la de 2006, con "Tacheli", siguieron siendo los mejores. Marcaban la diferencia, y así se reflejaba en la clasificación que nacía ese año. Dos años seguidos sin opciones en el Campeonato Nacional, no hacían justicia con la mejor pareja del momento. Ganó aquí su primera Anilla de Oro, que reconocía por fin a la pareja que mejor año hiciera.

2007 y 2008 fueron temporadas extrañas. Desde la lesión de "Tacheli" en Calatayud 2007, que acabaría costándole la retirada, aparece un "tercer miembro" de la pareja. Mariano Ruiz entra en escena para cubrir la baja. Alagonero por alagonés. Con él logra su segundo Campeonato Nacional en el año del cuádruple empate ante la Nº 420 de Ozcoz. Y con él tiene que empezar la siguiente temporada, hasta la vuelta de "Tacheli". Acaba la temporada con su "maestro", sabiendo ya que era el año de la retirada. Se le fueron dos Anillas de Oro por no poder hacer las temporadas enteras juntos, pero no iban a dejar escapar el Campeonato Nacional de 2008. Grandísima actuación y retirada soñada para "Tacheli". Era su tercer Campeonato Nacional, fue con la Nº 70 de Marcén. Ahora era su turno.



Recogió el bastón de mando de manos de "Tacheli" y para el que tenía que ser su reinado, eligió a Alejandro Cuairán. Ahora era él el que tenía que moldear a un gran diamante, como antes lo habían pulido a él. Acertó de pleno con la elección. 

Arrasaron en 2009 con 18 concursos ganados y récord de puntos a final de temporada. Subcampeones en Zaragoza, dejaron la mejor actuación de la mañana ese día. Solo se dejaron una vaca sin poder anillar en toda la temporada, curiosamente la de su debut. Obviamente conseguía así su segunda Anilla de Oro.

2010 fue otro año de grandes éxitos. 16 victorias en la temporada. Dos años seguidos de un dominio y una superioridad aplastante. Un porcentaje de victorias difícilmente igualable. Por momentos, sus rivales tenían la moral totalmente comida. Psicológicamente en los últimos años ha sido un maestro para hacer ver su superioridad a los contrincantes. Acabaron en Zaragoza de la mejor manera posible. Campeones ante la Nº 628 de Ozcoz. Cuarto Campeonato Nacional en el palmarés, con parejas diferentes los cuatro. Temporada para enmarcar y tercera Anilla de Oro.



En 2011 apareció un bache en la pareja. No consiguieron los resultados de temporadas anteriores, seguían arriba, pero sin distanciarse de los rivales. Costó carburar y hubo mucha tensión en algunos concursos, especialmente en el de Calatayud. Aún así, actuación tremenda en Zaragoza para conseguir el segundo puesto. Y a final de año, primer puesto. Tercera consecutiva y cuarta Anilla de Oro en seis años.




Se iba a repetir la historia dentro de su carrera en 2012. Cuairán se lesionaba de gravedad a principio de temporada y tuvo que encontrar sustituto. Desde 2007 le había tocado moldear a varias de sus parejas, así como a chavales nuevos a los que aconsejaba y apoyaba. Los resultados saltaban a la vista y son como para demostrar ser bien nacidos, los beneficiados, eternamente. 

Como un terremoto llega la última pareja de su carrera, Mario González. Sin apenas bagaje, lo elige para suplir a Cuairán hasta su recuperación. Cuairán no acaba de recuperarse y tiene que hacer algo más de dos tercios de la temporada con él, acabando en el Pilar. Entre el talento innato del turiasonense y las enseñanzas precisas y concretas, se pusieron a funcionar a la voz de ya. Dejándose casi un tercio de la temporada, casi llegaron a ganar la Anilla de Oro. Anilla de Plata y subcampeonato en Zaragoza, habiendo sido la mejor pareja de la mañana. Sin llegar a estar juntos una temporada completa, dejaron actuaciones para recordar. De las parejas mejor compenetradas de la historia.

Y llegó 2013, la última temporada. La decisión estaba tomada hacía tiempo, aunque pocos lo sabían. A la espera de la recuperación total y sensata de Cuairán, Rodrigo Puértolas hizo el arranque de año con él. Otro recortador potenciado por recortar con él. Además, al margen del circuito, dos citas históricas. Recortó en Vila Franca de Xira, con una cogida muy fea y en Dax, en la despedida de Nicolas Vergonzeanne, un toro camargués. Retornó el de Borja volviendo a unirse la pareja. En la peor forma física de su trayectoria afrontó la segunda parte de su último año. De sus últimos doce concursos, nueve victorias. La última, la guinda a un grandioso pastel. Quinto Campeonato Nacional, logrado ante la Nº 09 de Domínguez y la Nº 233 de Eulogio. Y espectacular remontada para hacerse con la Anilla de Oro en el último concurso. Tremendo final de temporada, puro pundonor y orgullo de un campeón de campeones. La retirada ideal de cualquier disciplina. Irse siendo el mejor.



Esta es la hoja de servicios de uno que ya entra, una vez retirado, a engrosar la lista de los más grandes recortadores que ha habido a lo largo de la historia. Los números mandan y no tienen discusión posible. Al margen de ellos, también se puede entrar a valorar toda una trayectoria, analizándola desde diferentes prismas.

En la vida, para competir en cualquier cosa, suele haber dos caminos para llegar a lo más alto. Uno el del talento y otro el del trabajo. Pero para ser uno de los mejores tanto tiempo, parece obvio que hay que coger los dos caminos. Para ir por el primero, se tiene que nacer. Para tomar el segundo, todo depende del tesón, y la voluntad. Tener ganas de ganar.

El segundo camino ha sido más importante en su carrera. No apareció el talento hasta su madurez como recortador. Muchas locuras ante las vacas y caídas al callejón. Mucho físico pero poco acierto. Ese era él en sus primeros años. Así ha habido muchos. Pero él persistió y siguió creyendo y queriendo ganar. Más de cinco años sin oler los premios para tener posterior recompensa. A base de trabajo llegó a la cima y en ella se consolidó. Tuvo que labrarse todo lo que ha llegado a ser. No le vino caído del cielo. Y entonces es cuando se vio que dentro había talento para ser recortador. Solvencia en la cara de la vaca y facultades para andar sobrado. Las últimas cinco temporadas ha mandado en las anillas con maestría. Ha dado lecciones en la arena. Ha sido quien más ha pensado en la plaza.

Cuando se habla con los recortadores veteranos enseguida se captan sus conocimientos sobre las reses. Las entienden a la perfección y las ven muy pronto, porque las vacas que ellos recortaban hacían pensar mucho. A nuestros días ese santo grial ha llegado de su mano, y parece que nadie más lo posee. "Tacheli" reconoce que él aprendió de Arruga. De "Tacheli" lo heredó y vamos a ver si alguien se lo queda o se pierde. Saber de vacas y lo que hacerle a cada una ha sido uno de los pilares de su éxito.

Orgullo y mentalidad ganadora, son bases imprescindibles para alcanzar tales cotas. Esa mentalidad es la que se demuestra en la arena y también fuera de ella. Querer siempre demostrar ser el mejor, o por lo menos pretenderlo. Asumir retos, afrontar dificultades, no achicarse, querer dar siempre la cara. Se va el último recortador que se parecía a los de antes.

Inquieto también para pensar en el mundillo y su futuro. Cosas que él ha conseguido por su visión de las anillas, las disfrutarán los que vengan después. Se beneficiarán de muchos aspectos en los que él ha puesto gran parte del montón de arena. Pensando en progresar y en mejorar muchos aspectos, de su cabeza salió algo que ya es historia de las anillas. El formato que se ha bautizado como de eliminación. Fue idea suya. Pensando en el bien de las anillas y buscando nuevos alicientes, salen ideas así.

A partir del año que viene dejaremos de ver crecer a Adriana en las entregas de premios de los concursos. Desde que era un bebé la hemos visto en innumerables ocasiones. Echaremos de menos también seguir intentando poder encontrar una foto buena en la cara de la vaca. Nunca con tan poco estilo para salir en las fotos un recortador (reloj en la muñeca incluido), se consiguieron tantísimos éxitos. Esperemos que no se desvincule de un mundillo, al que ahora desde fuera, puede seguir aportando mucho. Su mentalidad hace falta en las anillas y no se debería perder para la causa.

Hay muchos que han sido buenos recortadores, hay bastantes que han sido campeones. Pero por encima de todos ellos están los que han sido algo más. Los que nunca se borran de la memoria porque hicieron cosas especiales. A ese escalón solo llegan muy pocos elegidos.

Todo lo dicho hasta ahora lo coloca a la altura de los más grandes de la historia de las anillas. Un club de ocho, que suma un noveno. "Vargas", "Guindu", "Tano", Mariano, Eugenio, Pedro, Arruga, "Tacheli" y ahora Manolo. 

Manolo Pérez de Alfaro (La Rioja)