martes, 22 de julio de 2014

PUÑALADA A LAS ANILLAS

Escribo, no escribo, escribo, no escribo, escribo, no escribo. La opción no escribo, gana enteros por el hastío, decepción y por, directamente, cada vez ya más, pasar olímpicamente de esto. Nunca por el miedo al qué dirán. No decir lo que se piensa, sabiendo además que va a tener repercusión, por temor a las consecuencias, es de cobardes. Cobarde, que es el que no es valiente y no se atreve a hacer algo.

Lo de Ricla no se puede quedar sin contar. Y ya lo siento, pero es lo que hay. Seguramente estas líneas son escritas con más tristeza que la que tienen muchos por ver cómo las anillas se desangran. Les da igual. "No viven de esto", "se juegan la vida" y "para lo que les queda en esto". Pues vale. Una vez más, recordatorio de que a nadie se le obliga a ser recortador. Una vez se sale a la plaza, se asumen todos los compromisos que llevan adjuntos las anillas. El que no pueda, que deje paso.

La culpa nunca será de quien cuenta lo que hay, que se les meta en la cabeza. Más que a ellos, que son conscientes de lo que hacen y de cómo están, a los palmeros bobos. Esos que, como no saben, no ven la realidad y piensan que la amistad es pelotear y matar al mensajero. (http://www.festejospopulares.net/articulos/26_matar_al_mensajero.htm) 

Ricla este año cambió la ganadería, de Ozcoz a Marcén. Seguía pues en la élite de las anillas. Indiscutiblemente. Los años anteriores, la fecha de las anillas se sabía con bastante antelación y se ponían por la tarde, que es mejor hora. Maluenda y Garrapinillos, en el mismo fin de semana, celebraron los concursos por la tarde. Ricla, por la noche. Se merece mayor previsión una plaza de la categoría que tiene la de "Gitanillo de Ricla". La que había hasta el año pasado, vamos. La promoción de este año... Como los no torileros... Cri, cri, cri, cri...

Marcén con todo, lógico. Televisado, en plaza de obra y con premios en consonancia. Pues bien que hizo. Y las parejas, al ver la lista, asustadas. Venían de Maluenda muy cansados... Así están.



Cuairán y Mario estuvieron bien en decisión y ganas con una que se quería cruzar, pero perdonaba. En los medios hubieran hecho más. Adrián y Carlos, por el derecho y por el izquierdo, también en los medios era mejor y era noble al recorte. Mariano y Diago recortaron mucho menos de lo que permitía la vaca y al final metió el de Alagón una anilla muy buena, de las de meter con la palma de la mano a un pitón que se cerraba. Asier y "Kimera", como luego dijeron en la entrevista, no lidiaron a la vaca como pedía. Le pegaron varios trallazos a los riñones y era vaca que no se comía a nadie. Tenía rueda y entraba bien al recorte. Héctor y Cristian vieron al final que la vaca en los medios era facilona. Ahí era pero no supieron sacarla de las tablas, lugar donde la vaca quiso estar. Albert e Iván se encontraron con la más difícil, que no la más fuerte. Se quiso ir de la pelea y hasta intentó saltar al callejón yéndose. No estuvieron bien y la vaca peor. Rubén y Chus inéditos ante la Nº 264, que sigue sin galopar a los cites y tuvo desmanes de querer irse. No la dejaron rematar porque no hubo recortes. Diego y Javier ante la mejor de la casa, que sigue siendo la Nº 99. Diego siempre en falso y Javier recortó al segundo. Ganó la vaca, pedazo de animal. "Copica" y Rodrigo, ante una vaca que estuvo bien. De uno en uno, de tabla a tabla. Decididos, pero en los embroques entraba fuerte la de Marcén. "Pimpín" e Igea, otra vez sin verlo. Por tanto, la vaca también sin verla, aunque dejó atisbo de nivel alto. Patxi y Roberto, con vaca para meterle unas cuantas, metieron una sobre la bocina. Repetidora y noble y con su punto de corazón para hacer hilo al que se quedaba de últimas. Fallaron muchas, pero se vio la anilla de la noche con una colosal de Roberto quedándose a meterla por orgullo. Héctor y Jesús, no estuvieron bien, era para ganar su vaca, porque no se le vio nada del otro mundo. Pero como estuvieron ellos, hay otros que llevan años y ahí siguen, se les mete en los concursos sin rubor.

Y al acabar llegó la puñalada a las anillas. Tres parejas empatadas a una anilla. Cinco de los seis implicados no tuvieron orgullo para desempatar. Aunque varios no se mojaron al principio, diciendo que lo que dijeran los demás (no dijeron que a desempatar, que es lo que hace alguien con ganas de ganar), al final, cuando había que decir sí o no, cinco "no", uno "sí". La valentía mencionada en el principio del artículo, no apareció. Dijeron que no querían desempatar. Bochornoso. Sabían lo lamentable de su decisión y les dio igual. Les pitaron y también les dio igual. Solo Mario tenía orgullo por desempatar, y así se veía en su cara y sus gestos en el paripé de entrega de trofeos (solo uno por pareja, por cierto). El resto de parejas, se lo reprocharon a los cinco que dijeron que no. Pero a ellos, igual les dio, no cambiaron su decisión, apuñalaron a las anillas. ¿La posición de dos de las parejas fue esa para no caer en incoherencia luego con su negativa al formato de eliminación? ¿Qué pretenden exigir luego a nadie? ¿Habrá comunicado para explicar su decisión?

¿Hubiera pasado esto mismo con otra organización? ¿Se lo hubieran consentido? ¿Se hubieran atrevido? Pero claro, las matas y las patatas... No se podía esperar que quien controlaba el concurso fuera a estar a la altura de las circunstancias. Un festejo sin meter la pata y sin saber lo que hacer, no podía ser. El único que supo estar a la altura, fue el propietario de las reses. En la entrevista televisiva, antes de acabar, dijo que quedaba ver el desempate. Disposición a desempatar plena por parte del hierro actuante. Lo que hemos mejorado para estas cosas, como para que ahora va y no quieran desempatar. 

Esto dice el punto 10 del reglamento, firmado por Alejandro Cuairán y Mariano Ruiz:


10 - Desempates
Si al final de un concurso existiera empate en el primer puesto entre dos o tres parejas, habrá de realizarse un desempate. Únicamente se realizará desempate por el primer puesto. En caso de haber empate entre cuatro o más parejas. Serán los organizadores, ganaderos y recortadores, los que de común acuerdo, determinen si se realiza el desempate. Cuando se realice un desempate entre tres o más parejas, habrá de realizarse un sorteo para determinar qué vaca corresponde a cada pareja. Actuando las parejas implicadas en el mismo orden en el que han actuado en el concurso.
En caso de ser dos parejas las empatadas, se realizará el desempate intercambiando las vacas que les han correspondido anteriormente. Es decir, la pareja “A” actuará ante la vaca “B” y la pareja “B” actuará ante la vaca “A”. Actuará en primer lugar la pareja que haya participado antes en el concurso y en segundo lugar la otra. El tiempo de las parejas en el desempate será de 2 minutos.
Si se volviera a dar un empate entre ambas parejas, de común acuerdo entre organizadores, ganaderos y recortadores se decidiría si se realiza un nuevo desempate o no.
En caso de que una de las parejas que tuviera que desempatar, no se encontrara ya presente en la plaza, perderá su opción a desempatar y por tanto, bien se desempatará entre las demás parejas implicadas si son varias, o bien pasará a ganar la pareja que esté presente de las implicadas, en caso de ser únicamente dos.
Los desempates únicamente no se realizarán entre dos o tres parejas por causa mayor que imposibilitara su desarrollo, como se indica en este apartado.

Se pasaron el reglamento por el arco de los pantalones blancos. Solo podían acogerse a la última frase. Y la causa mayor es que no querían. A lo que significa la decisión en cuanto a amor propio, de las, en teoría, tres mejores parejas, aún hay que añadirle falta de "vista" en un caso en concreto. Media pareja quería desempatar, las otras dos se negaban. Pues si una pareja entera dice que a desempatar, y las otras se niegan, automáticamente han ganado el concurso. Y aún más, en caso de desempate, Cuairán y Mario, se libraban de la vaca más complicada de las tres porque ya la habían recortado y no les podía tocar.

Si al año que viene Ricla no quiere hacer anillas, pues muchas gracias a los cinco que no quisieron desempatar. Su decisión va a hacer mucho más daño del que se imaginan. La gente lo verá por televisión y la imagen de las anillas va a ser tirada por los suelos. 

Si al concurso malo que se vio, porque fue apático y falto de gracia, se le añade el final que tuvo, en caso de que Ricla al año que viene vuelve a hacer anillas, habrá que ir en peregrinación, con las orejas gachas, al Ayuntamiento a darles las gracias.


Se salva de la quema de la noche Marcén. Solo un borrón en el lote. Sigue escalando posiciones en la élite de las anillas. Su ciclo es ascendente. Y aunque las que hace pocos años despuntaban, ya no se ven, lo cierto es que repone efectivos. Todas con los pitones apropiados para las anillas. Hubo una primera parte de vacas que permitieron anillas porque no tuvieron gran malicia, pero que fueron lucidas para las anillas por galopar y cumplir repitiendo embestidas alegres. Quitadas cuatro, las demás no debieran causar tanto respeto como causaron. Pero eso también es mérito, al provocar miedo al propio hierro. Del lote de Ricla, tres o cuatro valdrían para el Pilar. Más, no.

Esta puñalada hará sangrar a las anillas, quitará otro puñado de público de los tendidos y agrava un poco más la triste agonía de los Concursos de Recortadores. Por favor, reflexionen los cinco implicados, en si lo que hicieron en Ricla es buen ejemplo para los futuros recortadores que ven en sus actos, enseñanzas. Y recordar una vez más, que la culpa es de quien comete un acto, no de quien cuenta ese acto.

4 comentarios:

  1. Los chavales con dos concursos encima no tendrian ganas ni d verse .Aun mas hicieron de estar alli con festejos anteriores encima yo les aplaudo y si no sales tu

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  2. No hay más, la razón esta en este artículo lamentablemente... hay que reconocerlo. Y si van cansados que no salgan, pero que vayan a lo que van, que la gente paga para ver espectáculo y parte de ese dinero va a los propios recortadores. Por lo menos cumplir el cometido, aún encima la satisfación de ver aficionados que disfrutan viendote recortar que eso es sin duda el valor de un concurso de anillas. Un saludo

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