jueves, 19 de mayo de 2016

ANÁLISIS DE LAS 21 ANILLAS

En el arranque de temporada 2016, la noticia ha saltado en el segundo concurso. 21 anillas metieron Cuairán y Mario para ganarlo. En tiempos de comunicarse al instante, el pasado Domingo, nada más acabar su actuación, llegó mensaje al whats app de parte de los últimos fichajes de la web, Sonia y Marta. Decía de manera escueta, que los primeros, Cuairán y Mario: 21. A la pregunta de número de vaca, la respuesta fue: 305. Desde ese mismo instante, ya apetecía ver cómo habían sido esos tres minutos. Para no sugestionar a nadie con comentarios previos, ahí va la actuación íntegra. Después, el análisis.



Esa es la actuación. Muchos de los que no asistieron, querían verla. 21 anillas son muchísimas. Lo que llama la atención es que fueron a una vaca con nombre. La Nº 305 "Cartujana", ha sido una de las importantes de la casa Ozcoz en la última década. Hay que repasar lo que ha sido y es la res.


La Nº 305 "Cartujana". Foto: Pili
Entre las 12 mejores de la temporada en 2009, 2010 y 2011. Y pisó la arena de La Misericordia en 2009. Es decir, una vaca con una trayectoria interesante. Que la de Ozcoz está lejos de lo que fue en aquellas temporadas, es evidente. Sufrió un bajón importante en cuanto a chispa. Pasó a tener más complicación por dureza y experiencia dada por la edad, que por empuje. Se mantuvo en citas importantes, pero por completar. Aún así, rara vez ha desentonado. Y no es que sean opiniones, es que los datos lo corroboran. En las últimas cinco temporadas ha hecho veinte concursos en los que le han metido veintiséis anillas. El concurso en el que más anillas se le han metido fue Cariñena 2015, con 5. Fue el propio Mario junto con "Hufra". Aunque, para no distorsionar los datos, hay que quedarse con las dos últimas temporadas, en las que la vaca ya ha presentado un comportamiento y una dificultad similares. En 2014 y 2015, 11 anillas en 7 concursos. Escarbando un poco más en los datos, se puede comprobar que se han enfrentado a ella, tanto parejas punteras, como de la parte baja del escalafón. 

Una vez vista la trayectoria de la vaca y su historia reciente, se puede comenzar a hacer el análisis de la actuación. Con el previo centrado en los instantes anteriores. A la pareja le tocó salir en primera posición, ante una vaca conocida y en concurso que incluía novillas que iban a debutar en las anillas. Todo eso se lleva en la cabeza.

Salió de la Ozcoz fría y se plantó en los medios. No le consintieron esos terrenos y sin dudarlo fueron a recortarla. En el primer recorte la vaca se quiere meter y después de caerse, se revuelve pronta al segundo impidiendo un embroque fácil. La segunda tanda también es de dos, que iba a ser la tónica en los tres minutos, y nuevamente se quiere cruzar al primero y se revuelve pronta al segundo y quiere apretar. Tercera tanda y más de lo mismo, pero cada vez con menor brío. Se lo iba quitando la pareja. De momento, solo había habido acierto al primero, al segundo la vaca se sabía defender. A la cuarta tanda, hay una cruzada importante de la vaca solventada con piernas, al segundo mejor cogida y ganada la cara. Dos anillas más. Hay un parón intentando colocar a la vaca, que saben solucionar bien y cierran el primer minuto con cinco anillas.


El segundo minuto comienza con la quinta tanda en la que caen dos anillas más. Se evidencia el estado de gracia de la mano. Mario contaba todos sus recortes por anilla. Los terrenos estaban siendo parecidos en cada tanda, siendo todos del tercio para dentro. En la sexta tanda caen dos anillas más. En la séptima, la vaca estaba del tercio hacia fuera. Anilla al primero y apurado al segundo sabiendo la vaca defenderse. Paciencia para colocarla y en la octava tanda dos anillas más, con la res más hacia tablas y con el segundo dejándola reponer y con ventaja. Así llegaron al final del segundo tercio de actuación. Doce anillas en los dos primeros minutos eran un botín jugosísimo ya. El acople al animal era sensacional. Aunque la vaca quiso seguir cruzándose, no iba para delante. La habían entendido a la perfección. Además el porcentaje de acierto era altísimo. Doce anillas en dieciséis recortes.


El tercer minuto siguió con la misma tónica. Novena tanda con un entendimiento exquisito, y le meten dos más. El uno lo borda al primero y el otro lo clava al segundo. En la décima tanda, otras dos anillas más. A la undécima, por primera vez dan solo un recorte. Cambio de puestos y en el vigésimo segundo recorte, la vaca se queda corta, sin haber segundo recorte. A falta de veinte segundos, arranca la traca final. Se van a por una última rueda dando continuidad y los últimos cinco recortes de la actuación son consecutivos. Sobre la cuenta atrás caen las últimas anillas. Cinco anillas más para cerrar los tres minutos. Compenetración bestial. Mano genial. Técnicamente perfectos en el sprint final. 21 anillas en 27 recortes, al acabar los ciento ochenta segundos. Los números de la actuación son una auténtica barbaridad. 



Cuando llega el momento de hacer balance, chocan las sensaciones contra los números. La suficiencia es tal, que no llega a transmitir al tendido hasta la tanda final. Meten las anillas con tal facilidad que se ve como natural. Exactamente eso es lo que "asusta". Meten 21 anillas a una vaca que nadie podría pensar meterle ni 10, pero es que además lo hacen con una sobriedad apabullante. Van sobrados de manera insultante. Hacen que parezca una cabra, una vaca que ni lo es, ni lo fue en Épila. Solo se quedó corta en uno de los recortes, que fueron largos por cierto, y aguantó el tirón. Ellos se sobrepusieron a cruzadas de las que intimidan. Esas cruzadas que si no se tiene decisión, acaban en recortes perdidos abriéndose. Hicieron todo cerca de tablas teniendo que saltar muchas veces la barrera. Están físicamente fortísimos ambos y, además, con la mano en estado de gracia. Mario al primero ve vaca en todos los terrenos. Le dio igual de tabla a tabla, que ir a por ella y sacarla con el recorte o correrle delante de la cara. Cuairán remató al segundo, que también lo tuvo complicado la vaca, y le metió anillas perfectas sabiendo darle ventaja.

Actuación brutal. No será recordada por poder con una de las fuertes ni ser en una plaza importante. Seguramente tienen más emoción las actuaciones ante la Nº 12, siendo la mitad de anillas. Y ni que decir tiene, los enfrentamientos ante "Fugitiva". Pero es que son 21 anillas a la vaca que son. Repasándola, analizándola y sabiendo ver lo que ahí pasó, es para tenerla en la memoria mucho tiempo. Solo irá cayendo en el olvido si la superan durante esta temporada. Los tres minutos rozan la perfección. Es histórica.

martes, 3 de mayo de 2016

PROPUESTAS GANADERAS

"Vinatera". Foto: Sonia y Marta
En el pasado Campeonato Nacional, hubo un par de vacas que, entrando por la vía de la sustitución, reclamaron un sitio en el circuito de las anillas. "Vinatera" de Arriazu y "Estornina" de Maylín. Dos vacas diferentes, dos hierros diferentes, pero algo en común. Apetece ver a las dos vacas, más veces, en las anillas.


"Estornina". Foto: Sonia y Marta
El problema viene cuando el circuito tiene los concursos contados y los hierros clásicos ocupan gran parte de los puestos. Que es lógico, porque lo que se gana en la plaza tiene que ser sagrado. Lo que sucede es que el pasado Pilar debe abrir los ojos y ampliar las miras. Hay que buscar vacas, porque no es que sobren. Y una cosa es hacer un concurso entero fuerte, que para eso valen muy pocos y seguirá igual, y otra tener vacas interesantes, que ahí el abanico se abre mucho más.


"Gorri". Foto: Sonia y Marta
El formato por eliminación podría ser clave para ver a estas reses. La otra opción estaría en hacer algún concurso especial, contando con reses de muchos hierros. Esa segunda, tendría un alto coste y sería complicado llevarla a cabo, si no es como ya sucede en Zaragoza, o en alguna otra plaza de gran aforo.

El formato por eliminación podría conseguir carteles muy atractivos. Y respetando siempre, que los lotes estuvieran igualados. Si se lidian nueve vacas para una primera ronda y tres para la final, podrían comparecer tres hierros. Cada uno llevaría a la final su vaca estrella y para la ronda, tres vacas de un nivel inferior. Arriazu con su "Vinatera", Maylín con su "Estornina", Marqués de Saka con su "Gorri" o Santos Zapatería con su "Timorata", podrían cumplir con nota en esas circunstancias. Alguna más habrá, que ahora sea desconocida. También puede aparecer alguna de Cuartero, alguna de Laparte, alguna de Macua... O hasta probar, a ver qué pasa, con alguna res de renombre de "La Paloma". Y por supuesto sumarles los actuales hierros punteros de las anillas: Ozcoz, Marcén, Eulogio y Domínguez, que podrían encajar perfectamente en esa confección de carteles, porque ya está probado que disponen de efectivos. A dos ganaderías o a cuatro, también podría ser.


Con esto se conseguiría tener una baraja de vacas de mayor amplitud, para poder elegir de cara al Campeonato Nacional. Porque como la cosa no está para tirar cohetes, vale más ir poniéndole solución durante la temporada, para no llegar al Pilar y tener que andar probando vacas a puerta cerrada. El aficionado a las anillas saldría ganando, pudiendo ver vacas que no son habituales, pero que han demostrado tener el nivel suficiente.

También se podría utilizar el recurso de, como clasificatorio par el Pilar, que alguno de los concursos de final de temporada, sirviera como billete para la gran cita, llevando ahí vacas que esté en duda si tienen el nivel.

Ya que esta temporada está muy escaso el número de parejas, el formato por eliminación es una buena alternativa. Si se extiende en la temporada, puede apañar muchas citas. Si además, se le puede dar un aliciente ganadero con vacas de renombre, saldrán ganando las anillas. Nueve parejas, con tres vacas de Arriazu, tres de Maylín y tres de Saka. Para la final: "Vinatera", "Estornina" y "Gorri". Vale dineros, tanto en vacas, como en premios. Pero dan ganas de ir a verlo, sí o sí.